martes, 31 de agosto de 2010

El Profesor Brito.

“-¿Quién mató al Comendador?
- Fuenteovejuna, Señor
-¿Quién es Fuenteovejuna?
-Todo el pueblo, Señor.”
Lope de Vega.




No se como comenzar…
Tenia tiempo sin escribir y, cuando inicie este blog me dije que trataría de escribir temas que formaran parte de mi cotidianidad.
Pero,…como mantenerme en silencio ante la muerte de alguien que sus circunstancias son las mismas que representaron una vez mi cotidianidad y, que llegado el momento, fue una de las razones que me monto en ese avión para ser lo que soy a través de estas líneas “una madre extranjera”? Como permanecer silente ante una decisión que amerita mucho valor?
Hoy, cuando escuche la noticia, pensé que de una forma u otra, todos somos el Profesor Brito, un ciudadano pisoteado en sus derechos, burlado y ridiculizado ante los que quiere por quien ejerce el ejecutivo, y no voy a discutir aquí si de forma legitima o ilegitima.

Sin embargo, existen insalvables diferencias con este ciudadano y el resto de nosotros y una de ellas es la forma de enfrentar los problemas y quizás, y lo reconozco con vergüenza y lagrimas en los ojos el coraje y la convicción al defender sus derechos, la esperanza de ser escuchado, quizás su inocencia, esa que perdimos o a la que le sobrepusimos nuestros temores, nuestros intereses, nuestros afectos, en fin lo que nos diferencia del Prof. Brito es recordar que somos ciudadanos obligados a ejercer, reclamar y disfrutar lo que el concepto de ciudadanía implica.
En muchas oportunidades, como conglomerado, le fuimos indiferentes, conformistas, desesperanzados. Y el, con constancia y terquedad, de quien tiene sed de justicia, nos dio una lección de vida, nos enseño que estamos obligados a construir una sociedad distinta, nos enseño que debemos aprender y enseñar a nuestros hijos reclamar correctamente nuestros derechos, nos enseño a no dejarnos robar la sonrisa a no abatirnos por las injusticias sino fortalecernos de ellas.

Y a todas estas , por que un pasaje de Fuenteovejuna?

Porque se lo debemos, y no a través de la muerte física del tirano-opresor, como se representa en esa obra de teatro española de 1619, sino a través de la muerte política de quienes hoy son dirigencia en ejercicio absoluto, y esto se logra con el correcto ejercicio de la ciudadanía, a través del voto responsable y comprometido socialmente, a través de la practica de la Política, así con mayúsculas, porque es la que aspiramos después de tantos atropellos.

Le debemos al Profesor Brito el demostrarle que aprendimos la lección y, que el 26 de este mes , en su honor y el nuestro, vamos a hacer nuestra la obra de Lope de Vega, renombrando Fuenteovejuna con el nombre de un país grande y moderno, dispuesto a enmendar el olvido de conceptos básicos como lo son la convivencia, el respeto, el honor, la honra, vamos a renombrar a esta obra literaria como Venezuela, para que cuando nos pregunten quien fustigo al abuso e irrespeto nosotros con la frente en alto con una sola voz contestemos “Venezuela Señor” y cuando nos pregunten quien es Venezuela, con la sonrisa en labios y paseando la mirada entre nosotros mismos contestemos con orgullo y sin vergüenza “ todo el pueblo, Señor”…