lunes, 28 de diciembre de 2009

"El cruce de la línea, el paso del punto cero divide el espectáculo;
indica el medio, pero no el final. La seguridad está todavía muy lejos.
En cambio, será posible la esperanza.”
Ernst Jünger.



Hace como un mes coloque en Facebook una pregunta: Existe la crisis de los casi 42?
Pues bien, muchas respuestas llovieron ante ese comentario y creo que a todos les debo una respuesta, o quizás mejor seria una pregunta que complementara la anterior, para iniciar así la respuesta que les adeudo. Alguna vez han tenido esa sensación de vértigo ante sus propias vidas?
Pues a mi me paso, era lunes y me dirigía a cumplir mi voluntariado, el celular sonó y era el Gordo con voz entrecortada me decía que le habían otorgado un despido temporal del trabajo, la justificación, el monotema de este país, crisis económica, no tenían como seguir cancelando su sueldo. Mi respuesta, la de un buen padre de familia, o mujer de familia, en este caso, “no te preocupes lo mejor es lo que pasa y, si sucede es porque algo mejor se nos va a dar”.
Coloco el teléfono en la butaca del copiloto y llama mi mama, nos saludamos y entre las cosas que me dice es que papa esta un poco engripado, que se siente tan mal que simplemente no salio de casa.
Llego el viernes, el día del séptimo cumpleaños de ella, mama llamo para felicitarla y avisarme que salía a la clínica con papa porque no había mejorado, una horas mas tarde me decía que lo habían hospitalizado, en la mañana siguiente ya estaba en terapia intensiva. Era la fiesta de cumpleaños de mi niña de chocolate, y mi mente estaba lejos, mi cuerpo preso en un país que no me termina de hacer sentir ajena, ya que de aquí no puedo salir hasta que me repongan la bendita tarjeta de identificación, amen de todas las restricciones económicas que se nos avecinaban por el desempleo (aunque temporal) en que se encontraba Luís Eduardo.
En casa, se experimento un fenómeno que no nos esperábamos, el Gordo que era el que debía estar realmente devastado y asustado, por lo del trabajo, estaba allí, en medio de la cocina abrazándome fuerte y yo llorando en sus brazos pidiéndole mil y un disculpas por no ser mas fuerte, por derrumbarme en vez de ser su soporte, reconociendo que me sentía simplemente inútil, que no sabia como colaborar con el, es mas no sabia como colaborar conmigo misma. Mi vida giraba a mi alrededor y la sensación que me producía era un vértigo terrible.
Los días siguientes fueron de cuestionamiento, venir seria lo correcto?, porque papa y mama estaban allá solos? Y yo? Yo solo era lo que soy, mama 24 x 24 los 365 días del año . Eso era lo que quería para mi? Y si el Gordo falta se justifica estar aquí? Pero, por que fue que nos vinimos?
Una de esas noches, apareció Paco en mi computador y me regalo una de las mas hermosas y calidas conversaciones que he sostenido.
Comenzó sentenciando que la crisis de los casi 42 si existía tanto como la de los 42, 43, 44 y 45; que ella no termina hasta que comienzas a aceptar la vida.
Yo, como no puedo quedarme callada le pregunte que si no era tarde para cuestionarme, a lo que me respondió que “hasta el último suspiro estarás cuestionándote”…la felicidad es de a ratos...tenemos que realizarnos personalmente... y ver que todo esto tiene un sentido”.
Apague el computador y subí las escaleras, di mi ronda de todas las noches, arrope a mi niña de chocolate y a mi dulce de leche también, me asome a la habitación de mi adorado gaznápiro y le quite de los oídos los auriculares del IPOD, le di un beso, con la libertad que ya no me da en publico, y lo arrope. Apure el paso y me metí en la cama abrace fuerte a mi gordo y, cuando estaba a punto de rendirme por el sueño , aunque con eso no di por terminada la crisis pero si mitigando, de alguna forma, mi angustia me di cuenta que por pequeño que parezca, eso es lo que siempre soñé en mi vida, tenerlos a ellos así y allí, y di gracias por ello.

sábado, 12 de diciembre de 2009

“Vivimos en un mundo en el que lo que se valora es la homogeneidad del pensamiento y de las costumbres; ahí hay una causa de la falta de respeto hacia la gente diferente... Veo a la gente desmotivada, apática, sin capacidad para reaccionar porque creen que es inútil. Veo que las personas cada vez se comunican menos…En vez de buscar el respeto y la comprensión, se encierran en la soledad y el miedo a los demás”.
Marie France Hirigoyen





Creo que la falta de capacidad de aceptación del otro, tal cual como es , es parte de nuestro gran problema. No estoy hablando de la problemática político social que existe en Venezuela, sino de nuestro día a día, a ver… como me explico mejor…
Para variar, siempre metiendo mis narices en donde no me llaman, estando en el Colegio de ella, la maestra me sugirió un proyecto para navidad, que le enseñara a los niños una canción venezolana típica navideña, para que ellos la cantaran en frente de los padres en el acto que, para esas fechas, se celebra en el colegio, por supuesto que acepte el reto gustosa. Sin embargo, cuando me metí en el carro, recordé un pequeño detalle, yo no canto ni en la ducha y soy tan sorda que no toco ni puertas!!!! Metida en tamaño problema recurrí a Facebook y busque entre mis amigos a la persona que seria perfecta para ayudarme a salir del tremendo atolladero donde me encontraba metida.
Pues la ayuda llego, y no saben el tremendo empujón que me dio, me envió varios aguinaldos para que los escuchara y en ese proceso me remonte a mis años en la escuela (lamentando profundamente que no fuese una gaita y que Caco no estuviera tocando la tambora). Ese mismo fin de semana aconteció algo terrible, dentro de una base militar en Estados Unidos, un medico asimilado, de religión musulmana, atento en contra de la vida de varias personas, convirtiéndose este hecho en una de las mas grandes agresiones vividas en este país como consecuencia de la guerra. Pasaban las horas, observaba la reacción de la gente, las declaraciones en las noticias mostraban la aprehensión que, aunque sea inconscientemente tenemos hacia ciertas religiones, costumbres diferentes, que al final no termino de entender que tan diferentes pueden ser si nos damos cuenta que vivimos en un país construido por inmigrantes y pertenecemos a un mundo globalizado.
Como sucedió no se, pero mi reacción fue revisar minuciosamente la letra de la canción que habíamos preseleccionado, “Tun- tun”, y ver con horror que hablaba en una de sus estrofas del diablo, pregunte a varias amigas si consideraban prudente tal selección y la conclusión fue aterradora “es un riesgo de ofensa muy grande, es preferible cambiar la canción seleccionada o por lo menos matizarla cambiando esa pequeña estrofa”, concluyo la mayoría. Le consulte a la maestra y me dijo que mis temores eran ciertos y me narro la experiencia de un niño en un aula del mismo grado, en la misma escuela, que cuando se celebraba cualquier fecha tradicional como por ejemplo Noche de Brujas, Navidad, Hanukkah, Ramadam o la Pascua, por orden expresa de sus representantes, y alegando motivos religiosos, debían sacarlo del aula o simplemente abstenerse de tal celebración, privando así al resto de esa actividad.
Me parecía increíble, como es posible que llegáramos al punto de no entender y respetar lo que significa el folclore de un país? Que no fuésemos capaces de difundirlo sin pasarlo por autocensura? Que a estas alturas se radicalizara la imposición del pensamiento? Y aquí? . Me di cuenta que la batalla por “Tun-tun”, era como luchar contra Goliat, pero me resistí a la idea de cambiar la letra, fue un punto de honor.
Como en una ecuación matemática, cuando vemos a una pareja donde ella pretende cambiarlo a el, siempre pero siempre, el resultado termina siendo el mismo un matrimonio mal avenido y, si son valientes, un seguro divorcio; no me quedo mas que someter a revisión la lista de niños que participan en la clase e investigar sus creencias religiosas, luego encontrar una canción que no atentara con ninguna de ellas.
El final de esta historia, un recital maravilloso, donde no se les pudo enseñar la los compañeros de mi hija las costumbres de nuestro país de origen, por una política escolar que no justifico, que califico de prejuiciosa, nos conformamos con cantar “Gloria” en español y “Noche de paz” en el lenguaje de señas, pero en las voces, caras y gestos de cada uno de esos 19 niños se leía, entre líneas, la necesidad de aprender mas de otras partes, abrirse a un mundo que desconocen y así, a pesar de no haber cantado “Tun-tun”, sembramos en ellos la necesidad del reconocimiento y respeto del otro.