domingo, 25 de octubre de 2009

“Tal vez el fenómeno resida en una íntima voluntad de ser engañados cuando el mundo no llega a acomodarse a los propios sueños.”
Ivan Almeida.

Una semana pesada. O es mejor decir acontecida?
De revelaciones!!!
Definitivamente, así suena mas interesante…

Puedo darles mil y un ejemplos, a ver … el primero, el lunes cuestione algo en la conducta de mi hijo, el me dijo, con una certeza que exaspera, “es que cuando tu tenias mi edad era un contexto diferente”, y después de mucho reflexionar, no sin antes quitarle el Ipod, por contestar, termine concluyendo, muy a mi pesar claro esta, eso es verdad si a mi, a esa edad me hubiesen evacuado el colegio por una amenaza de bomba, varios serian los infartados, mi abuela, mi mama, mi tía Reina, la Madre Purificación (no me la imagino manejando una situación como esta), ni hablar de la Natividad, no la de Cristo, sino la monja que era la directora del honorable plantel escolar. Si tienen algo de curiosidad, nunca le devolví el aparatito, porque lo guarde junto a mis lentes que tengo extraviados.
Un segundo ejemplo; al recibir a tu hijo, que llega del Colegio, te contara, con sonrisa inocente, casi como que se le iba a olvidar, “hoy en el colegio llevaron a los perros!!!” Y al preguntarle si eran mascotas de alguien? Te aclarara que no, que lo que te quiere decir es que la policía llevo a los perros para olfatear los casilleros en busca de estupefacientes y se llevaron a dos niñitas esposadas por tenencia de coca, si leyeron bien, coca, quizás me falto la ina, pero coca al fin. Estupefacta hubiese quedado mi madre, que siempre es tan bien portada, con la respuesta perfecta en el momento adecuado.
Un tercer ejemplo? Tu hija del medio, el ser mas dulce que existe sobre el planeta, te ve y te dice que ella cuando sea grande no quiere ser como tu, ni esposa, ni mama, ni abogado, porque no quiere aprender a leer, ni quiere cocinar, ni vivir en una casa, porque definitivamente prefiere los apartamentos, pequeños para no limpiar, donde le estacionen el carro y que queden lo suficientemente cerca de lugares donde te cocinen. Que te va a llevar a vivir con ella porque no quiere cometer tu error, de dejar a sus padres solos (y tu solo piensas que mientras aumenta tu edad, tu temor a la altura va en crecimiento).
Que tal este? Vas al colegio, y al entrar al salón de clases uno de sus compañeritos te dice, a manera de consuelo, “deberías hablar con mi mama” y al preguntarle por que, el te contesta “porque ella habla español” y tu quedas como abstraída pensando en medio del bullicio de los niños de 7, será que hablo tan pero tan mal que su mama puede traducir mis ideas, hacer que me entiendan, casi sicoanalizarme a través de una simple traducción? Será que lee el pensamiento y sabe de mis dudas de vida? Esto no es un niño, seguro que pertenece al servicio de familia y me están investigando por maltrato infantil!!!! Y como para suavizar la situación le preguntas: “mi amor, de donde es su mamita?” El te contesta “de un sitio muy pero muy lejano, que se llama Venezuela”. Y solo queda cuestionarte, “será que esa tierra esta mas lejos que cuando la deje?” Y te contestas automáticamente “pero, hace un par de días Mariela publico una foto del Ávila y se veía como igual?”
Todo esto, no puede terminar así como así, y este es el ultimo de mis ejemplos, mi chiquita, mi pelón de la mediana edad, mi lujo (porque no van a negar que cambiar pañales a los casi 42 es todo un lujo) picara y decidida como nadie, sin aparente razón, la ves balaqueándose por el suelo y descubres que quiere un poquito mas, de cualquier cosa pero mas, que no termine nunca de tener eso, mas sopa, mas dulce, mas tiempo, mas tele, mas juegos, mas de ti, mas de otro, en fin mas solo mas.
Después de estos ejemplos, que pasa si al mirarte al espejo, al ver tus canas, te preguntas si esa sensación de crecimiento que llevas por dentro será simple y tristemente extemporánea? Si tus padres ya habían crecido, cuando tu estabas en lo que tus hijos están? Que pasa si, amen de darle la razón a tu hijo, terminas apenada porque su Ipod no apareció y con ellos tus lentes, convirtiéndote en la versión femenina de Mr. Magoo. Que pasa si concluyes que tu hija del medio tienen razón, porque al final, yo no quería ser como mama cuando tenia su edad. Que pasa si el retroceder en hechos, te das cuenta que mi refrescamiento de la mediana edad (no estoy hablando de cirugía sino de mi hija menor), mas que una pataleta, lo que tiene es una conducta de vida “normal”, todos absolutamente todos, a la larga o a la corta queremos mas.

No se que les pasaría a ustedes por la mente, pero les puedo contar lo que paso por la mía, y es simple, lo que pasaron fueron estas palabras de Jorge Luís Borges:


“— ¿Si volviera a vivir?
—Bueno... volvería a hacer las cosas que hice. Porque uno es como es ¿no?(en R. Braceli: Borges-Bioy 43)”

sábado, 17 de octubre de 2009

Primer día de clases.

“Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra.”

Gabriel García Márquez.

El se monto en el carro, con cara de indiferencia, esa que casi patentamos cuando somos adolescentes, ella le pregunto que tal le había ido?, no quería entrometerse, solo quería regalarle un gesto de cortesía, el contesto ”bien, me preguntaron de donde era?”, esas palabras retumbaron en la mente de ella, la respuesta le pareció obvia, pero, por no dejar y, creo que por aquello de nunca dejar agotar su capacidad de asombro, cuando se dio cuenta, le estaba repreguntando que era lo que había contestado, escuchando luego un parco “de Miami”: sin perder la calma pero con tono de reclamo le dijo “Por que no contestaste que eres de Venezuela? “, el la miro y entre sonrisas picaras sentencio, “si vamos a ser exactos la verdad es que debí decirles que soy de Columbus, Georgia”.

Lo narrado, en el párrafo anterior no es el fragmento de una novela, les estoy relatando lo que sucedió cuando fui por mi hijo al colegio después de su primer día de clases, en una ciudad nueva, Mooresville, ese momento me ha dado mil veces vuelta en la mente, nunca me había cuestionado de donde eran mis hijos, siempre me pareció natural decir que TODOS, los cinco, somos de Venezuela.

Entonces, veo a mi segunda hija, que a los siete meses salio de Caracas rumbo a Miami, donde vivió sus primeros cinco años, Luego me paseo por mi tercera hija quien nació en “la ciudad del sol” para al año salir de allí y radicarse aquí en Mooresville, lo triste de esto es que con la situación económica actual, no se si el futuro nos depare otro destino. Que puedo decir? Solo entre dientes, y con mucha tristeza: desarraigo, que a ello he condenado a mis hijos, y como me culpo por eso.

Sin querer, y en medio de este maremoto de ideas, recuerdo a José Arcadio Buendía (no se rían) si, el personaje de 100 anos de Soledad, cuando le decía a su esposa Ursula algo así como que uno no es de ningún sitio hasta que no enterrase a un muerto, y con horror me cuestiono: que pasara si optamos por la incineración después de muertos, nunca tendremos un sitio que consideremos nuestro?.

Por fortuna, reviví una vez que estaba chateando con Jessica, después de tiempo sin saber de ella, para mi alivio, me decía que salieron de Venezuela rumbo a España, pero que como allá las cosas no se habían dado como esperaban, se mudaron a Costa Rica, sin embargo, aquello no les gustaba del todo y su esposo estaba buscando trabajo en otro sitio y, como para consolarse, declaraba con absoluta certeza que ellos, ahora, eran ciudadanos del mundo.

Después de todo esto, y con un dejo de insatisfacción, solo me queda reírme concluyendo: “Sr. Buendía, como nos ha cambiado, en estos tiempos, el sentido de pertenencia!!!!!!! ”.